Toda máquina sin importar de que tipo sea, llega un momento en el que comienza a deteriorarse, bien sea por mal uso o por exceso del mismo. Algunas de las piezas suelen ser reemplazables cada cierto tiempo porque se desgastan  y pierden sus atributos, es importante que sean cambiadas antes de que se presenten fallas a razón de la falta de sus condiciones originales.

Sin embargo, hay muchas otras piezas que es después de que se averían que se les busca arreglo, en ocasiones se debe a descuidos o por falta de recursos económicos para repararlas. Hay un enorme mercado dedicado a la fabricación de piezas homólogas que cumplen las funciones de manera similar a las originales y suelen ser más económicas.

Entre ellas ya hay marcas que se han hecho reconocidas, incluso algunos fabricantes crean alianzas entre estas casas comerciales para que les hagan llegar algunos componentes. Por esto, no es extraño encontrar numerosas firmas genéricas para distintos modelos de vehículos, lo único que debe cerciorarse es que la pieza tenga concordancia con la que requiere y no dejarse llevar por su precio sin antes investigar sobre la respectiva calidad.

Piezas de segunda mano

No solo se venden repuestos nuevos, es casi un hecho seguro de que en paralelo se han vendido repuestos usados. No obstante, su comercio se ha llevado durante mucho tiempo de manera informal, es decir, no se entregaba factura, raras veces estaban garantizadas y eran de dudosa procedencia. Comprarlas era similar a jugar a la ruleta rusa y las probabilidades de que las cosas salieran mal eran altas y, por ende, no había manera de hacer un reclamo.

Afortunadamente desde hace buen tiempo, este tipo de transacciones se han ido regulando, a tal punto que se han podido hacer confiables. Quienes quieran establecer un negocio para procesar vehículos en desuso y utilizar sus piezas y partes para la venta tienen primero que sacar un certificado de acreditación como Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV), también deben cumplir con todas las regulaciones establecidas para el desmantelamiento y descontaminación de lo extraído.

Por último, deben testearlas con las pruebas de rigor, ellas son las que validarán si funcionan como debe ser. En caso de que no sea así se han de reparar o desecharlas, y además están en la obligación de suministrar factura y garantía de la compra. Los desguaces han abarcado tanto el mercado que tienen portales en Internet para ubicarlos en línea, haciendo el proceso de compra y venta más fácil, rápido y cómodo.