Con la llegada del buen tiempo a todos nos gusta sacar nuestros modelitos, nos gusta deshacernos del gorro y la bufanda, de los abrigos, de los cafés calentitos, y es hora de ir en pantalones cortos, camisetas de sisas, y por supuesto de la puesta de chanclas y sandalias. La verdad es que es increíble lo que tardamos en ir a que nos arreglen los pies, antes de descubrirlos ya estamos pidiendo cita y yo me pregunto ¿si tanto te gusta lucirlos, por que no los cuidas? Durante todo el verano, se tiene cuidado de que dure el esmalte de uñas, que no crezcan más de lo que nos gusta y de que siempre luzcan como deben lucir, pero ¿y qué pasa cuando llega el invierno?  Yo la verdad es que los comparo con las tortugas que cuando sale el sol sacan su cabecita y cuando llega el invierno la esconden para no verla más, de esa forma es como se desentienden de sus pies muchas personas.

Pues bien, los pies forman parte de nuestro cuerpo durante todo el año, no solo cuando nos conviene, sus cuidados deben ser a diario sobre todo cuando los hemos expuesto a un mal calzado, en verano solemos ponernos chanclas de mala calidad, de esas de goma que sirven para ir a la piscina o a la playa, pero no contentos con eso las usamos para andar por la calle, seguro que en alguna ocasión te han dolido los pies, ese tipo de calzado lo que hace es hacer sufrir a nuestros pies que después pueden llegar a pagarlo caro. Seguro que en alguna ocasión ya después del verano notas que con cualquier cosa que te pongas los pies sufren, es normal ya que van a necesitar de ayuda para que vuelvan a ser los mismos.

Las cremas igual que para las manos las venden para los pies, acostumbrémonos a hidratarlos como se merecen, acudir al podólogo será un placer para ellos, y seguro que tus pies te lo agradecerán, del mismo modo, si lo que queremos es quitar aquellas molestias que no se terminan de quitar también es recomendable acudir a un sitio como www.valdepenasfisiosalud.com un lugar en el que no solo van a tratar nuestros pies sino que también los van a mimar, es lo menos que podemos hacer por quienes llevan a diario todo el peso de nuestro cuerpo.